El escudo antiguo de Axochiapan estaba en el códice mendocino y en la matrícula de tributos de México – Tenochtitlán. El nombre antiguo de Axochiapan, Ayoxochiapan, significaba: “En donde se cultivan las flores de calabaza cerca del agua”.
Luego de llover a cántaros la laguna seca se llenaba de agua y nenúfares. La palabra Ayoxochiapan derivó con el tiempo en Axochiapan que significa Flores en el agua”. Esta palabra fue utilizada a principios del año de 1800. Para entonces, la mayoría de la gente ya no entendía el idioma náhuatl y había lugares con nombre en náhuatl de los que nadie sabía que significaban y como se pronunciaban.
La aldea de Axochiapan se ubicó durante 400 años (de 1570 a 1970 's), entre las barrancas los Ahuehuetes y Tochatlaco. Desde los años de 1960 's la población se triplicó y extendió más allá de estos barrancos. Llegando a barrancas más lejanas como: Tepalcingo, el pajarito, el muerto y del Amatzinac.
La tlalnahuac eran extensas tierras localizadas al sur de Yecapixtla, de las que nadie sabía cuánto abarcaba y que pueblos incluían. Esto fue aprovechado por los cazadores de fortuna que querían apoderarse de las tierras. En las audiencias del juzgado de la ciudad de México, mostraban sus documentos.
Los litigios duraron del año 1565 a 1587. Martín Cortés ganó y se appoderó de las tierras y aldeas de:
1. Atlacahualoya
2. Amacuitlapilco
3. Amayuca
4. Axochiapan
5. Atotonilco
6. Chalcatzingo
7. Huitzililla
8. Jalostoc
9. Jonacatepec
10.Jantetelco
11. Tetehuama
12. Telixtac
13. Tlayecac
14. Tepalcingo
15 Tetelilla
Desde entonces, estas aldeas tributaron a la descendencia de Cortés radicada en Europa.
La palabra tlalnahuac era de origen náhuatl y significaba tierra baja, tierra hacia el sur.
Los nativos construyeron la parroquia dirigidos por arquitectos franciscanos. La religión aborigen toleraba nuevas divinidades, agregaron vírgenes y santos cristianos sin recelo.
Uno de los primeros frailes fue Frya Juan de Alameda. El cristianismo fue aceptado por los nativos, se refugiaron y pusieron toda su esperanza en la fe, ante tanto desorden, muerte y enfermedades.
La iglesia tenía mucho poder, gobernaba junto con los terratenientes, militares y monárquicos. El líder de los arquitectos franciscanos era fray Juan de Alameda quien bendijo la parroquia de Axochiapan. Y se eligió de santo patrono la imagen de la conversión de san Pablo Apóstol.
Unos nombres nahuas de las poblaciones mexicanas estaban ligados a seres mitológicos de la antigüedad.
En valle soleado de Axochiapan reverenciaban a los El primer domingo del mes de julio de 1542 se bendijo la iglesia. Vinieron a las diez de la mañana fray Juan de Alameda y fray Miguel Mejía. En la barranca serrana de Tepetlán atlaco bautizaron a los líderes de la aldea: Aquiahuateuhtli, Xochiquetzalteuhtli, Quetzaltototeuhtli, Nezahualcoyotzin y Nezahualpinzintli.
Después fueron a señalar los linderos de la aldea acompañados por líderes de Teotlalco, Alchichica y Axochiapan.
Luego de las epidemias, poco a poco vinieron empresarios agrícolas y ganaderos a instalar ranchos y haciendas. Nacieron las haciendas de: Atotonilco, Tenango, santa Clara y san Ignacio antes de 1720. El rancho de san José de los caballos del Quebrantadero y el rancho de Tlalayo – Alchichica. Las aldeas diezmadas por enfermedades perdieron sus tierras y fueron atrapadas por la hacienda.
Al revisar la historia de Axochiapan, se apreciaban dos grandes litigios de tierras entre el valle soleado y la hacienda de Tenango. El primer litigio abarcó todo el siglo XVIII y ocasionó la pérdida de los campos occidentales.
Luego de cinco décadas, en 1811. Los aldeanos recordaban cómo les quitó las tierras el hacendado José Antonio Zalvidegoitia.
Pasaron los años y se logró la independencia. Mientras el hacendado Joaquín García Icazbalceta comercializaba dulce de azúcar producida en sus extensas propiedades. La banda de los plateados robaba e imponían el desorden y el terror en los caminos del sur.
La corrupción permeaba los caminos del sur. Ante tanta delincuencia los hacendados organizaron fuerzas rurales para contrarrestarla.
El azúcar era un negocio redituable, el acaudalado hacendado Joaquín García Izcalbaceta tenía plantíos de caña, ganado, potreros y ranchos.
La Bendición de la Parroquia
Fray Juan de Alameda le dio la bendición a la parroquia. Fueron los primeros frailes en venir a Axochiapan. Oficiaron misa en el atrio. Predicaron a los líderes de Teotlalco, Atlacahualoya, Alchichica y Jonacatepec.
El padrino para bendecir la iglesia fue el santo san Francisco de Tzompahuacan.
La Repartición de Tierras
Tomaron quieta y pacífica posesión de las tierras. Recibieron la posesión de un total de 20 caballerías de tierras, que no podían ser vendidas ni arrendadas a ningún español o pueblo.
Se redactaron los títulos en idioma náhuatl porque no entendían la lengua castellana.
La Expansión de la Hacienda: El Despojo.
Cien años después de desaparecer la aldea de Tetehuamac. Las tierras abandonadas las disputaron los dueños de Tenango contra el dueño de Atotonilco.
En el año de 1760, hubo otro litigio contra los pobladores de Ayoxochiapan, que tenían sembradíos en las tierras de Tetehuamac
El Despojamiento no se olvida
El segundo litigio ocasionó la pérdida de los campos orientales de Ayoxochiapan. Por donde estaba la aldea abandonada de Alchichica y la inconmensurable parroquia de Tzompahuacan.
Atlacahualoya y el Cura Antinsurgente
Cuando llegaron los insurgentes, los aldeanos aprovecharon para derribar las mojoneras, tumbar las cercas y recuperar sus tierras.
Morelos y los líderes insurgentes peleaban por la independencia, por crear una comunidad imaginada. Los aldeanos en cambio, peleaban por sus tierras, se quedaron cerca de ellas.
En Chiautla, el hacendado Mateo Musito Zalvidegoitia, pariente de José Antonio Zalvide Goitia, comandante realista y amigo personal del virrey, había ofrecido cincuenta mil pesos por su libertad… no fue aceptada.
En la región de Atlacahualoya, Tenango y Axochiapan, el sacerdote Miguel González de Aller y Soto imploraba, mediante cartas a sus superiores, le permitieran abandonar la parroquia e irse a la ciudad de México. Pues aseguraba que sus feligreses lo querían linchar por estar en contra de la independencia.
En cambio, el cura de Jantetelco, Mariano Matamoros y Mariano Antonio de Tapia, cura de Chiautla se unieron a los insurgentes.
Los Asaltantes Plateados
Y los pueblos como Ayotlicha y Atlacahualoya organizaron rondas de vigilancia. Los vecinos acordaron no consentir a las bandas criminales. Si las bandas de criminales entraban al pueblo, los centinelas daban la voz de alarma, repicaban las campanas y al grito de ¡mopachocan! se defendían.
El hacendado historiador
Controlaba toda la comarca. Aun así, no era tan malo, apoyó la construcción de la parroquia de Quebrantadero en el año de1885, prestaba toros para las fiestas y era diferente a los demás hacendados. Era historiador y uno gran sabio del siglo XIX mexicano.